Durante los siguientes años, y habiendo ya definido que el Rojo, el Negro y el Blanco serían los colores oficiales del Club, nuevos jugadores comenzaron a incluirse entre los refuerzos, aunque sólo para los partidos en que, por poca disponibilidad de jugadores, fuese necesario contar con ellos. Fue así que debutaron Ricardo Pino y Héctor “Lalo” Martínez, que seguirían alternando en las temporadas venideras.
Fue en esta época en la que surgió el segundo rival clásico de Malácticos: contactados por su propio arquero, fueron desafiados por “Copelec”, equipo contra el cual, hasta el día de hoy, se enfrentarían en una serie de partidos de gran emoción, con resultados alternados entre triunfos y derrotas.
Los resultados seguían acompañando al equipo, pero las distintas responsabilidades académicas y laborales de sus miembros comenzaban a dificultar la programación de partidos…
Esto no fue impedimento para que Malácticos llegara a superar la veintena de partidos, alcanzando un rendimiento positivo, y bastante alto, sobre todo, considerando las esperanzas que cualquiera pudo tener al principio.
De esta forma, tras todas las grandes victorias, y el exitoso período que había vivido, parecía que nada cortaría la racha del equipo rojo. Se equivocaban.
Tras caer, en el tercer partido de su historia contra Los Flippers, comenzó un período de crisis futbolística del equipo, que los llevó a sufrir 5 derrotas consecutivas, primer récord negativo de la institución.
Fue entonces que la frecuencia de los partidos disminuyó, y el equipo entró en un período oscuro, lleno de desmotivación y dudas, desde el que se auguraba una difícil salida.
Un hito importante de esta época, y a pesar de que el partido terminó con otra derrota (marcador 10-11), fue el primer juego llevado a cabo en la ciudad de Concepción, en la Cancha del Parque Ecuador, ante un combinado de miembros de la famosa Pensión VIP. Este partido marcaría el futuro del equipo en su nueva ciudad, época llena de historias que aún estaban por venir.
Sin embargo, y a pesar de estas derrotas, una vez más los Rojos dieron muestras de la gran voluntad que los mueve, y fueron capaces de retomar el rumbo, e imponerse en emocionantes duelos ante sus rivales de Los Flippers y Copelec, además de otros equipos de su ciudad de origen.
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